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Diseñar una cocina y llegar a un plano de distribución con el que y su cónyuge, sin olvidar su decorador, sea feliz, es una labor bastante difícil en sí. Escoger la combinación de colores de la cocina modular adecuada que mejore el aspecto y haga el espacio caluroso y agradable, puede ser de forma positiva intimidante. Estos 3 consejos de diseño de cocina le van a ayudar a abordar esta labor sin esmero.
Las cocinas, por su gran practicidad, muestran una paleta de colores limitadísima. La combinación de colores en una cocina se decide por factores como;
- El esquema de colores de la casa y de qué manera la cocina se mezclará con ella
- Disponibilidad de luz natural
- Uso de la iluminación artificial
- El color de los aparatos (blanco sobre blanco o bien blanco en contraste con otros colores)
- El color y el género de suelo en cuestión
Como los compradores de Puertas de Madera Pro han observado, nuestras cocinas modulares presentan una pluralidad de combinaciones de colores con combinaciones de colores complementarios y contrastantes. La pluralidad puede ser tan grande que la mayor parte de los dueños se confunden, decidiendo por último decantarse por un esquema de color negro, blanco o bien gris neutro. Las cocinas pueden ser coloridas. Lo que importa, es emplear la paleta de colores inteligentemente para sacar lo mejor de ella. Acá existen algunos consejos útiles que muestran el camino;
1. Dejar que los guardarropas marquen el camino
Elegir el tono del guardarropa conforme el estilo de su casa y su personalidad, le ayuda a trabajar en torno a la combinación de colores del resto de la zona de la cocina. Los gabinetes representan el cincuenta por ciento de tu presupuesto y ocupan alrededor del cuarenta por ciento del espacio visual de tu cocina, y en consecuencia precisan un enfoque primordial.
Ahora, vienen las encimeras, el suelo, las salpicaduras y los electrodomésticos que son una parte de la combinación de colores secundarios. Las paredes, el techo y los ornamentos, que deben ser pintados, son los últimos. Considere todo el proceso tal y como si fuera un rompecabezas. Todo se junta y fluye cuando se prosigue este proceso.
2. Considere la luz natural
Decidir el esquema de colores de su casa debe hacerse a lo largo del día, considerando la cantidad de luz natural que recibe. La luz natural afecta la manera en que se percibe el tono de una superficie. Cuando el sol está en su auge, una paleta de grises puede parecer fría mas puede volverse opaca cuando la obscuridad se pone, en dependencia de la predisposición.
Los colores cálidos compensan mejor los tiempos más fríos, mas una sombra particularmente refulgente puede ser demasiado fuerte para la comodidad. La iluminación artificial cambia la percepción del color asimismo y presta su aspecto a un esquema de color. Es esencial revisar todo lo precedente mientras que se hace una muestra de color en la cocina, donde los colores pueden verse como son, como en el contexto con otros colores y materiales.
Esto afecta a la percepción. Otro aspecto esencial a observar son las cualidades reflectantes del color. Al tiempo que las superficies claras y llanas reflejan la luz, engrandeciendo su efecto, las superficies oscuras se la tragan, apareciendo todavía más oscuras.
3. Seguimiento de las tendencias actuales
Considere qué tendencias están en rema, y úselas como inspiración de diseño al seleccionar los tonos de la cocina. Al tiempo que los gabinetes de cocina vienen en una miríada de colores, el blanco es una elección apabullante para los gabinetes pintados. La paleta blanca tiene sus tonos sutiles y la mayor parte de los dueños de residencias la consideran una elección de color perdurable y neutra que jamás puede fallar.
Si eres aventurero y buscas algo que esté de tendencia, la inspiración puede encontrarse en todas y cada una partes; desde la casa de un amigo hasta las pasarelas de tendencia e inclusive los destinos de viajes de moda; las avenidas existen abudantemente.
Es esencial indicar, no obstante, que no todas y cada una de las paletas de colores marchan bien en una cocina. Los colores fríos, como los grises y los azules-verdes, si bien son bellos por sí solos, no son muy favorecedores para el alimento, al tiempo que los tonos intensos y de tendencia pueden deslustrar el espacio de la cocina. En semejantes casos, los colores refulgentes y peculiares pueden ser utilizados en los accesorios, para romper la monotonía y animar el espacio.