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Despierta una buena mañana y date cuenta de que esta no es la manera en que deseas vivir. Tu habitación está tan desorganizada que no puedes meditar con claridad. Las persianas de tu guardarropa no se cierran y los cajones no se cierran como están con tu ropa – Sin mentar la silla de el rincón amontonada en lo alto con los trajes que te has probado ya antes de decidirte por ella.
Es hora de despejar el desorden, y estamos acá para compartir nuestra fórmula mágica para un dormitorio libre de desorden! Es de este modo como puedes hacer que suceda.
1. Establece la pretensión, y piensa que puedes hacerlo
Este habría de ser el paso inicial para cualquier cosa que desees hacer, de veras, y la desobstrucción no es una salvedad. Mira en torno a tu dormitorio. Imagínalo sin todo el desorden, y dite a ti que vas a conseguir tu objetivo. Tu dormitorio ha de ser un sitio apacible donde puedas dormir bien, y no ha de ser un centro de caos. Cuando tu habitación está desorganizada, tu psique tiende a agobiarse asimismo. Te mereces una habitación limpia y organizada, ¡y puedes hacer que eso suceda!
2. Haz tu cama
Quita todas y cada una de las sábanas y fundas de almohada y ponlas en la lavadora. Aspira el jergón si está sucio. Logra sábanas y fundas de almohada nuevas que hagan juego. Haz tu cama al estilo de un hotel, metiendo las puntas de las sábanas pulcramente. Descarta las mantas o bien los tiros que no emplees o bien precises.
3. Empiece con superficies planas
Empieza con algo pequeño, a fin de que te sientas motivado a proseguir. Limpie cualquier objeto no deseado de la parte superior de su tocador, mesitas a la noche y escritorio. Si tiene anaqueles abiertos, reorganícelos. Tire cualquier basura y ponga las cosas en su lugar. Cuando las superficies estén vacías, límpielas con un aerosol y un harapo de limpieza.
4. Regale cualquier artículo de decoración que no necesite
Si precisas más espacio en tu habitación, mira a tu alrededor y mira si existe algún mueble que no sea útil mas que esté ocupando espacio. Es posible que no precises un sillón, y los cuadros de las paredes pueden estar trasnochados. La vieja y rota lámpara de el rincón se puede ir. La taza de café sin asa, asimismo. Si ya no juegas al bádminton, considera obsequiar las raquetas que están colgadas en la pared. Obsequia cualquier artículo no deseado que esté en los anaqueles si ya no estás atado a ellos.
5. Organice los cajones y los armarios
Esto es lo que llevará un buen tiempo, con lo que respira de manera profunda ya antes de comenzar. Saca todo cuanto hay en tu guardarropa y ponlo en tu cama. Es de esta forma como puedes ordenar el contenido:
- La ropa que ya no cabe puede ir en una pila para su donación
- La ropa que está pasada de tendencia y que no se ha utilizado en más de un año asimismo se puede regalar
- Si hay algo que no pertenece a su dormitorio, póngalo en una caja y llévelo donde ha de estar.
- Los libros y papeles que ya no precisas pueden ser donados o bien reciclados.
- Si hay algo que está roto, desgarrado y ya no se puede emplear, guárdalo para tirarlo.
- Haz lo mismo con los zapatos, joyas, bolsos, cinturones y otros accesorios de tu guardarropa.
Una vez que hayas terminado, limpia las superficies de tu guardarropa y vuelve a poner solo los artículos que verdaderamente precisas, amas y claramente emplearás. Organízalos de forma que sean simples de utilizar. Por servirnos de un ejemplo, tus camisetas, chalecos y calcetines pueden enrollarse y ponerse verticalmente en cestas a fin de que sean simples de encontrar.
Incluso puedes estimar organizar las cosas por colores si eso te ayuda a llevar un registro de tu ropa más sencillamente. Logre perchas para toda la ropa que no haya de ser doblada.
6. Limpia tu habitación a fondo
Una vez que haya terminado con el guardarropa y los cajones, retire todos y cada uno de los artículos que desee donar, tirar o bien trasladar a otra habitación. Te quedas con justo lo que precisas, bellamente arreglado y organizado para tu satisfacción. Todo cuanto queda es una enorme limpieza profunda! Tu cama ya está hecha, con lo que ahora puedes ocuparte del resto de la habitación.
- Desempolvar y adecentar todas y cada una de las superficies
- Quita las cortinas y lávalas o bien límpialas en seco.
- Lavar el vidrio de la ventana
- Limpia el espejo
- Limpia el ventilador y las luces
- Aspirar y adecentar el suelo
- Aspirar las alfombras
¡Estás acabado! ¿Estás contento con los resultados? Es esencial que cambies tus hábitos a fin de que tu habitación esté siempre y en toda circunstancia ordenada. Ciertos consejos:
- Haz tu cama tan pronto como te levantes por la mañana.
- Si todavía no tienes uno, adquiere un cesto de ropa y asegúrate de poner la ropa sucia en él.
- Guarda los objetos pequeños como joyas o bien accesorios cuando acabes.
- Nunca dejes que nada se acumule
- Cambie las hojas regularmente
Así que ahora que has despejado tu dormitorio, ¿por qué razón no comienzas con el resto de tu casa? Lee este artículo para saber de qué forma Marie Kondo, la ovacionada especialista en limpieza de Netflix, abordaría esta labor hercúlea.
Si está en el proceso de reparar sus interiores, debería cerciorarse de que su dormitorio esté bien pertrechado con suficiente espacio de almacenaje. De esta forma va a ser más simple para sostener su habitación organizada y limpia. Si precisa ayuda con el diseño de su dormitorio, asegúrese de ponerse en contacto con Puertas de Madera Pro y hable con nuestros especialistas en diseño para hallar unidades de almacenaje inteligentes en sus habitaciones.